sábado, 7 de marzo de 2015

Los planetas paralelos

13:34

Ayer mismo me echaba a reír comprobando como el Gobierno de la Ciudad de Valencia había decidido apuntarse un tanto coloreando de otro color ciertos tramos de las lineas de metro, antiguas bifurcaciones, y llamarlas "nuevas líneas". Es decir, es como si cualquiera de nosotros tomáramos el mapa de un tren de metro, pegáramos una pegatina encima y nos adjudicáramos la creación de una nueva linea. Al margen de la practicidad o no de esta operación, se ve que no deja de ser una maniobra chapucera, pre-fiesta regional propia y pre-elecciones municipales. A golpe de papelería cutrona.

Y entonces, caí en la cuenta de la reflexión política de numerosos hogares y en por qué la economía y la política, se convierte en un tema tabú en muchos de ellos o supeditado al poder mayor, en este caso, los padres.

Una familia, no deja de funcionar como un micro-gobierno y la inestabilidad política en él es motivo de secesión y de incomodidad. Pero, aún así ¿no sería preferible escuchar cada opinión individual?

En un sistema como el nuestro y en ciudades como Valencia, las sagas familiares sobre política, futbol y otros, no son nada raras. Todo lo contrario. Con esto no quiero decir que no haya un libre pensamiento, si no que me hace reflexionar a cerca de como el "pater" "mater" en determinados grupos puede influir en sus retoños en ciertas decisiones respectivas a la religión, educación, política...

No considero que estemos en un sistema plano y cerrado donde a los individuos no se les deje pensar en los hogares, simplemente me sorprende la coincidencia, por ejemplo, de que un sistema político como el de Valencia, chapucero, claramente esfatador y descuidado, siga manteniéndose "por tradición". Y así con numerosas otras tradiciones.

Hace un tiempo conocí a una mujer cuyos hijos estaban matriculados en una escuela alternativa, "libre" las llamamos. Libre por permitir desarrollarse al niño y observar quien es, y hacia donde se dirige.
En su familia, una ideología de izquierdas estaba clara, una orientación hacia lo natural y alternativo, también y, sin embargo, su hijo había tomado la decisión de que las meriendas debían estar basadas en productos muy comerciales y capitalizados, y los dibujos televisados dentro del horario del día. Después de un diálogo con él, los padres llegaron a la conclusión de que podrían afectar o influir más o menos en las decisiones del pequeño pero no en su totalidad, y dejaron hacer "su propia política" al pequeño en el domicilio.

Esto, para mi gusto, es un ejemplo de complicidad, de gobierno democrático real, de respecto y de igualdad entre miembros de diferentes edades con diferentes necesidades.

Quien sabe que sistema es mejor o peor. Si es bueno bautizar o no. Si es bueno unos pendientes o no. Si es bueno votar al PP,  al PSOE, a Podemos o a Los Verdes. Quien sabe como influiremos de manera involuntaria en los demás con nuestras palabras, gestos y actos.

Sin embargo, sigo pensando, bajo una real sensación de paz y armonía individual, que el respeto a la opción ajena no debe desaparecer, pase lo que pase. Dejar que el mundo cambie, que las personas y las generaciones evolucionen en su pensamiento y decidan.

Nosotros habitamos este suelo, pero llega un momento en la vida de cada uno en el que se da cuenta de que la mitad le pertenece a él y la otra mitad a quienes están por llegar.

Séneca decía: "para ser feliz hay que vivir en guerra con las propias pasiones y en paz con las de los demás".

13:54 (Uno de menos )

No hay comentarios:

Publicar un comentario