domingo, 8 de febrero de 2015

Reciclaje familiar

01:38

Si  de pequeño a uno le decían "dibuja a tu familia", lo más probable es que apareciera (de manera más o menos torpe), el esbozo de un tipo alto y de hombros rectos llamado "Papá", una señora que daba la mano o sonreía, o estaba al lado del anterior individuo, llamada "Mamá" y, con suerte, todo tipo de otros seres tales como hermanitos, perros, gatos, pájaros tíos...

Sin embargo, cuando uno crece, aprende que los modelos de familia son muchos y que lo que nos han hecho definir como familia representa otros grupos o contextos sociales más acordes con la realidad de nuestro hogar ordinario.

Es cierto que existen una cantidad bastante valorable (por suerte), de personas cuya idea de familia corresponden con su cubículo diario y sus integrantes, pero no es la tónica habitual, ni mucho menos.

Aún con todo, merece la pena dedicar un aplauso a aquellos entornos que consiguen recrear un entorno sano durante tantos años de la vida de alguien, sobretodo considerando que ahora salir de casa de los padres es una idea cogida con pinzas y estimable para los aventureros.

Pero, a lo que iba, ¿qué ocurre en muchas ocasiones de adulto con la gestión de los sentimientos?
Me explico... a la hora de continuar en el día a día, es normal apoyarnos en otros como personas e intentar avanzar o conseguirlo, pero en muchas de esas ocasiones conocemos personas que perdurarán a lo largo de nuestra vida, y cambian de valor en nuestra escala sentimental. Personas cuyo apoyo es indispensable, cuya libertad para sí y para uno, es símbolo de respeto y amor, cuya presencia es motivo de alegría o de conversación. Con quien te puedes divertir o aburrir sin pensar y "sin necesidad de". Que darían parte de sí por uno y viceversa.
¿Qué son estas personas si no familia para uno?

No nos han educado para entender que la linea no sanguínea es real, y es fuerte. (Aunque si nos han enseñado que el príncipe o princesa azul, aunque venga de su casa y su familia, es parte de la nuestra desde el momento que  se manifiesta).
Como decía antes, para suerte de muchos la línea de sangre coincide con personas con las que uno tiene una amistad, y una comprension real. Pero para los que no es así, es tremenda la sensación de calidez, de honestidad, de reconocimiento, de sonrisas que se generan cuando uno está en el ambiente adecuado y con las personas correctas.

De este modo, uno va construyendo ladrillo a ladrillo su fuerte, su familia, su ideal social, el futuro, las grandes mesas, los tremendos arroces, con aquellos que elige y no que le han sido predeterminados.

Y los llama familia.

Y los quiere como a sí mismo.

Porque una persona puede ser familia en función de ser alguien realmente cercano, ser amigo, y no sólo por la posición que ocupa en el sofá de la sala de estar.

Y es amor. Y es real.

2:02 (plus)

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