domingo, 22 de febrero de 2015

Tú, tú mismo y tú.

01:15

Contenido de la entrada.
Nosotros mismos en nosotros mismos.
¿Quiénes somos en realidad?

Hace poco, compartía café con un amigo y las diferentes ideas sobre el acercamiento y/o rechazo a otras personas, situaciones, nuevos conocimientos y experiencias.
Magnetismo, espiritismo, ideas asiáticas ancestrales, cristiandad, ideas deíticas... todo bajo diferentes prismas personales de cada uno de los integrantes del diálogo.
Pero, ¿qué ocurriría si, además de tomar en cuenta las elucubraciones propias, tomamos en cuenta quién somos en base a otros?

Bajo mi punto de vista, nuestros movimientos sociales como tribu sedentaria y masificada, pasan por un principal factor de riesgo y estudio: la conexión social. Si sólo tenemos en cuenta las acciones aisladas de cada indivíduo ¿no acabaríamos todos encarcelados en base al criterio de alguien?
Supongo que por ello hemos destinado a ciertas personas "imparciales" cuyo durísimo trabajo consiste en tratar de dar un poco de luz a la cueva humana y los llamamos "jueces". Y, de cualquier modo, me sabe a poco.

La idea principal de hoy, es tener en cuenta quién somos pero "en base a quién", es decir, una "bellísima persona" puede ser quien desprecie a otros en situaciones o personas con las que no conecte o no entren en su escala de valores. Y lo que a ojos de uno es intachable, a ojos de otro es inconcebible.

¿Dónde está entonces lo bello de ser tan aleatorios? En nuestra amplitud, nuestro camaleonismo inconsciente dentro de nuestro intervalo de actuación en base a quien somos (bajo nuestra opinión), en nuestra versatilidad por dejarnos llevar por la intuición más tribal en algunas ocasiones sin mirar atrás.

Y entender que "nadie es tan tan bueno, ni tan tan malo".
Y está en nuestras manos elegir lo cerca que queremos estar de nuestros otros "yo", y los de otros.

Yo, yo mismo y yo.

01:35

No hay comentarios:

Publicar un comentario